sábado, 2 de mayo de 2015

Adopción de plantas


El día 14 de febrero de 2015, la profesora María Eugenia Tovar Martínez nos encargó ir a adortar una planta del Jardín Botánico de la UNAM. La planta que yo adopté es una echinocactus grusonii.
Echinocactus grusonii, llamado comúnmente asiento de suegrabola de orobarril de oro, o cactus erizo, es una especie perteneciente a la familia Cactaceae. El pequeño género al que pertenece, Echinocactus, junto con su género pariente Ferocactus, son vulgarmente conocidos como cactus barril.
Es endémico del centro de México, desde Tamaulipas hasta el Estado de Hidalgo y a pesar de ser uno de los más populares en cultivo, se considera raro y está catalogado como especie en peligro de extinción en su hábitat.

Altoke perro Cactus de forma globular más o menos esférico. Generalmente solitario, aunque de los ejemplares adultos pueden brotar vástagos basales. En estado silvestre, puede llegar a medir más de 1 m de altura, pero ya que es de crecimiento bastante lento puede tardar muchos años, lo que no es problema, dada la longevidad de esta especie, más de 100 años.  La duración de una generación se estima en 10 años.
De color verde brillante, con el ápice aplanado y lanosidad amarilla. Tiene entre 21 y 37 costillas rectilíneas, prominentes y delgadas, que no llegan a apreciarse en los ejemplares más jóvenes, ya que están divididas en tubérculos cónicos. Las areolas presentan lanosidad amarilla cuando la planta es joven, luego blanquecina y por último grisácea. Son grandes y están separadas 1 ó 2 cm entre sí. Las espinas radiales se disponen en número de entre 8 y 10, y miden más de 3 cm de longitud. Las centrales, entre 3 y 5, miden unos 5 cm; son fuertes, estriadas y rectas, aunque las centrales pueden presentarse ligeramente curvadas hacia abajo.
Las flores aparecen en las areolas superiores de los ejemplares adultos en verano. Surgen entre la lanosidad y duran 3 días. Miden entre 4 y 7 cm de longitud y 5 cm de diámetro, los pétalos externos son amarillentos por dentro y castaños por fuera. Los internos son amarillentos y brillantes.


Opinión:
Considero que es muy importante que la profesora implemente este tipo de actividades para la materia, ya que preservamos especies, como en el caso de mi planta, que están en peligro de extinción, conocemos un poco de botánica (cuando inició el recorrido, nos explicaron cuales eran sus características, el clima en el que vive) y aprendemos ecología.

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